En “Misericordia”, la novela de Galdós, una madre aconseja a su hija sobre asuntos económicos diciendo: “Bueno es que sepas qué tamaño ha de tener la sábana antes de estirar la pierna”; o sea, que lo principal es no gastar por encima de nuestras posibilidades.
Esta verdad, por más que sea de Perogrullo, no suele tenerse en cuenta. Cierto es que hay sueldos con los que resulta imposible vivir, pero con muchos otros bastaría con adaptar nuestro estilo de vida a lo que hay, ni más ni menos.