Un paseo en bici

Montar en bici desarrolla el sentido del equilibrio y de la orientación, entrena la motricidad, quema calorías, ensancha el corazón y los pulmones, ejercita los músculos, fortalece los huesos, aumenta las destrezas, incrementa la autonomía… y además es una actividad muy divertida que se practica al aire libre, y mejor si es acompañado. A los niños les encanta ir en grupo y más cuando papá y mamá se unen a la excursión.

Oportunidades para practicar

Hacia los siete años la mayoría de los niños son capaces de montar en bici sin los ruedines. Pero como siempre decimos, cada uno es diferente. No hay que presionarles, sólo darles todas las oportunidades para que aprendan. Para unos servirá de motivación ver a niños que ya montan bien; pero otros se sentirán más cómodos si practican en privado. En este caso, conviene llevar al pequeño a un aparcamiento o una zona solitaria y ayudarle hasta que lo consiga. No pasa nada por tardar más, no hay que enfadarse, sólo tener paciencia, elogiar sus progresos e ilusionarse por lo bien que lo pasaremos yendo todos juntos de excursión en cuanto lo consiga.

Los pequeños ciclistas, al principio deben limitarse a montar por parques y zonas peatonales. Luego podrán recorrer los carriles bici. Y cuando les veamos un poco sueltos, ya pueden aventurarse a descubrir calles y caminos. Si vivimos en una zona tranquila, hacia los nueve años, tal vez puedan ir al cole en bicicleta; bastará con hacer el recorrido con ellos unas cuantas veces y advertirles en las intersecciones o sitios peligrosos.

Cómo elegirla

A los nueve años podemos comprar a nuestro hijo su primera bicicleta con marchas.

• Para saber el tamaño que le conviene, pondremos el sillín lo más bajo posible, y comprobaremos que, sentado en él, apoya ambos pies en el suelo (puede estar un poco de puntillas, pero no muy forzado).

• Hay que vigilar que alcance fácilmente las manetas y que su mano abarque el freno de manera que pueda accionarlo fácilmente. Es importante que no tenga que hacer demasiada fuerza, sino que le sea cómodo, sencillo y rápido detener el vehículo.

• La altura correcta del sillín es la que le hace tener la pierna un poquito flexionada (no completamente estirada) cuando el pedal está en su posición más baja. No olvidemos ir regulando el sillín conforme el niño crece.

• Una bici pequeña hará que el crío tenga que dar muchos pedales y lleve las piernas muy flexionadas; una demasiado grande puede crearle problemas cuando tenga que detenerse y no pueda poner el pie en el suelo, alcanzar los frenos o se golpee con el sillín entre las piernas.

• Los padres deciden el tamaño y fijan el presupuesto, pero el niño debe participar en la elección del color, el estilo y los accesorios.

El casco, elemento imprescindible

Usar casco reduce casi en un 90% las lesiones cerebrales. La ley dice que es obligatorio en vías interurbanas, y los padres deberíamos transmitir que el casco no es algo accesorio, sino absolutamente imprescindible para montar en bici. Y, por supuesto, predicar con el ejemplo.

• Debemos mantenernos firmes. El niño tiene que llevar casco, aunque no quiera, aunque se enfade. Los cascos salvan vidas.

• Hagámosle ver que todos los ciclistas profesionales lo usan, ninguno va sin casco en la Vuelta o el Tour, y tampoco los corredores que vemos por las carreteras salen sin él.

• Dejemos que lo elija el niño, que busque uno con el que se sienta favorecido y cómodo.

• Procuremos que sea claro o de colores llamativos; se trata de que se le vea venir.

• Hay que comprar uno nuevo cuando esté viejo o si no ajusta bien. No lo compremos crecedero.

• Para saber el tamaño adecuado, comprobamos, con él atado, que no se va hacia delante ni hacia atrás ni hacia los lados, pero que tampoco oprime.

• Obviamente, hay que llevarlo siempre atado y en la posición correcta, no hacia delante ni hacia atrás: justo encima de la cabeza.

• Los padres deciden el tamaño y fijan el presupuesto, pero el niño debe participar en la elección del color, el estilo y los accesorios.

El casco, elemento imprescindible

Usar casco reduce casi en un 90% las lesiones cerebrales. La ley dice que es obligatorio en vías interurbanas, y los padres deberíamos transmitir que el casco no es algo accesorio, sino absolutamente imprescindible para montar en bici. Y, por supuesto, predicar con el ejemplo.

• Debemos mantenernos firmes. El niño tiene que llevar casco, aunque no quiera, aunque se enfade. Los cascos salvan vidas.

• Hagámosle ver que todos los ciclistas profesionales lo usan, ninguno va sin casco en la Vuelta o el Tour, y tampoco los corredores que vemos por las carreteras salen sin él.

• Dejemos que lo elija el niño, que busque uno con el que se sienta favorecido y cómodo.

• Procuremos que sea claro o de colores llamativos; se trata de que se le vea venir.

• Hay que comprar uno nuevo cuando esté viejo o si no ajusta bien. No lo compremos crecedero.

• Para saber el tamaño adecuado, comprobamos, con él atado, que no se va hacia delante ni hacia atrás ni hacia los lados, pero que tampoco oprime.

• Obviamente, hay que llevarlo siempre atado y en la posición correcta, no hacia delante ni hacia atrás: justo encima de la cabeza.

NORMAS DE SEGURIDAD

Sin meterles miedo, deben saber que cualquier vehículo puede tener accidentes y causar lesiones a uno mismo y a los demás. Así que han de saber circular con precaución antes de compartir la calle con otros usuarios.

Las normas son:

• Circular pegados a la derecha y en fila de a uno.

• Cumplir con las señales de tráfico como si fueran motoristas.

• Pararse en todas las intersecciones y mirar a derecha e izquierda antes de seguir la marcha.

• Desmontar y cruzar a pie en los pasos de peatones.

• Llevar ambas manos en el manillar y preparadas para frenar en cualquier momento, especialmente con el freno trasero.

• Indicar con la mano sus giros, a la derecha o a la izquierda.

• No utilizar auriculares.

• No llevar pantalones anchos, cordones, bufandas, faldas..que puedan engancharse en la cadena.

• Utilizar prendas claras, colores llamativos y elementos reflectantes. En la bici, cuanto más se les vea, mejor.

• Es importante que siempre usen guantes especiales para bicicleta (acolchados y generalmente sin dedos), caerse no es raro y lo primero que pondrán son las manos; si los llevan, se evitarán rasponazos y heridas.

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