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Un móvil para el cuarto infantil

Solemos verlo como un juguete típico de los primeros meses de vida. Sin embargo, el móvil puede ser también un adorno duradero que aporte colorido y alegría al dormitorio de nuestros hijos. Queda bien en cualquier rincón: en la zona de juegos, encima de la cama, sobre la mesa de estudio… Y a diferencia de otras manualidades que pronto estorban o se deterioran, y que terminan en un cajón o en la papelera, ésta podrán disfrutarla a diario durante todo el tiempo que quieran.

PECES DE COLORES

Se necesita: dos palos de madera de unos 30 cm cada uno (pueden servir dos palillos de brocheta), arcilla o pasta de modelar (de la que no requiere cocción), témpera de colores, pincel, cinta aislante, hilo de nailon transparente, cartulina, lápiz, tijeras, rodillo de amasar (o, en su defecto, una botella lisa de cristal), un palillo de madera y un cuchillo que no corte (sirve uno de plástico de usar y tirar).

1. SE PINTAN LOS PALOS con témpera del color que se quiera. Una vez secos, se colocan formando una cruz y se sujetan por el centro con un poco de cinta aislante (a ser posible, del mismo tono que el elegido para pintar los palos).

2. SE DIBUJA EN LA CARTULINA un pez (de unos 8 cm de largo), que luego servirá de modelo para hacer los peces de arcilla. Se recorta la plantilla y se reserva.

3. SE AMASA LA PASTA y se extiende con el rodillo o la botella hasta que quede lisa y fina (unos 4 a 5 mm de espesor). Se pone encima la plantilla y se recorta el contorno con ayuda del cuchillo de plástico. Hay que hacer un total de 15 peces.

4. CON LA PUNTA DE UN LÁPIZ o un palillo hacemos los agujeros por donde luego pasaremos el hilo. En diez de las figuras hay que hacer dos orificios centrados, uno en la parte superior y otro en la parte inferior. En los cinco peces restantes sólo es necesario hacer un orificio (centrado) en la parte superior.

5. CON LA AYUDA DEL PALILLO o del lápiz (bien afilado), se pueden añadir detalles en relieve: los ojos, escamas, una aleta…

6. DEJAMOS SECAR LOS PALOS. Después, los pintamos con témperas de colores (es preferible usar tonos variados y vistosos). Hay que acordarse de aplicar la pintura por ambas caras.

7. FORMAMOS CINCO HILERAS de tres peces cada una, procurando alternar los colores. Atamos los peces entre sí con trozos de nailon, de forma que entre un pez y otro haya una distancia de unos 6 a 8 cm (depende del tamaño de las figuras y de lo largo que queramos hacer el móvil).

8. A CONTINUACIÓN ATAMOS LOS PECES superiores a los palos, uno a cada extremo y el quinto al centro.

9. POR ÚLTIMO, para poder colgar el móvil al techo, cortamos un trozo de hilo de unos 50 cm de largo y lo anudamos en la intersección de los palos.

SUGERENCIAS

Lo mejor de esta manualidad es que es muy versátil, se puede adaptar a la edad, los gustos y las habilidades creativas de los pequeños.

• Los peces pueden sustituirse por otros objetos o animales que les gusten más: coches,

flores, mariposas, globos, setas…

• También pueden dedicar el móvil a un tema o época del año: por ejemplo, Pascua (huevos de colores), Halloween (figuras de fantasmitas, murciélagos y calabazas), Navidad, etc.

• Para hacer las formas podemos aprovechar los moldes que usan los niños para jugar con plastilina. También sirven los que se emplean para hacer galletas (después hay que lavar- los muy bien).

• Conviene fabricar adornos ligeros, de poco espesor y no demasiado grandes, para no sobrecargar la estructura. Si nos parece que pesa mucho, es mejor sustituir los palos por listones de madera.

• Para que queden más vistosas y duren más, las figuras se pueden barnizar. También se les puede dar un toque de purpurina antes del barniz.

• A la hora de colgar las formas, vale todo: se puede poner una sola fila o bien, como en este caso, fabricar hileras de dos, tres o más elementos. Dejemos que los niños decidan.

• Otra opción es distribuir los colgantes a distintas alturas para lograr un efecto más sorprendente. En este caso, conviene comprobar antes que el móvil queda equilibrado, que no se tuerce hacia un lado.

• Si queremos que tenga música, basta colocar unos cascabeles al final de las últimas figuras, atados con hilo (hay que acordarse de hacer orificios también en la parte inferior de éstas).

• Si no tenemos a mano pasta de modelar, podemos utilizar otros materiales para confeccionar las figuritas, como cartulina (decoradas con pinturas o papel charol) o fieltro de colores. El hilo transparente se puede sustituir por cuerda, cordones de colores, cinta de raso…

• Los padres a los que les guste el bricolaje pueden recortar siluetas de contrachapado y dejar que los niños las pinten a su gusto.

TRES BUENAS IDEAS

RESPLANDECIENTE.

Con papel de aluminio se puede confeccionar un móvil ideal para colocar sobre la cama: basta re- cortar estrellas y lunas de cartón, y forrarlas con el aluminio. ¡Brillarán al moverse!

PARA RECORDAR.

La estructura del móvil es perfecta para que los niños mayores exhiban algunos de sus tesoros: objetos traídos de alguna excursión es- colar, regalitos de piñatas o juguetitos intercambiados en el recreo. Todo aquello que pueda colgarse (joyas de plástico, llaveros, adornos de pelo, posta- les, fotos, recortes…) puede formar parte de este original escaparate de recuerdos.

SUS PELUCHES PREFERIDOS.

Si nuestro hijo es de los que les gusta coleccionar muñequitos de plástico o minipeluches, y ya no sabemos dónde guardar- los, ¿por qué no improvisar un móvil? Los tendrá siempre a la vista y a mano.

NO SON UN JUGUETE…

Aunque pueden distraer y estimular al bebé, los móviles caseros son objetos decorativos no aptos para jugar. Si el hermano mayor quiere construir uno para regalárselo al pequeñín, o si nosotros mismos nos ponemos manos a la obra, tengamos en cuenta:

• Es preferible usar materiales blanditos, como tela, lana o papel.

• No debe quedar al alcance del bebé; hay que colgarlo del techo y no de la cuna.

• Tenemos que asegurarnos de que las piezas están bien fijadas y el sistema de sujeción es completamente seguro.