Como hacer pan en casa con los niños.

Que los niños puedan entrar en la cocina y colaborar en la preparación de algún plato siempre es una experiencia divertida y sobre todo enriquecedora. En el caso del pan lo es todavía más: a pesar de ser un producto que consumen a diario y que forma parte de sus vidas, muchos críos no saben de qué está hecho ni cómo se elabora. Y suelen sorprenderse al descubrir que no es tan difícil como parece. Todos podemos fabricar una barra o una hogaza de pan casero si tenemos los ingredientes necesarios, un horno convencional y ganas de amasar.

Podemos hacer pan integral con sólo sustituir la harina blanca por una integral (habrá que añadir más agua para que no quede demasiado compacto) o utilizar semillas (sésamo, pipas de girasol, copos de avena…), especias (anís, comino, cilantro…) o frutos secos (nueces, cacahuetes, pasas…), tanto en la masa como en la decoración. Quedarán panes muy vistosos y riquísimos.

Esta actividad estimula el sentido del tacto y ejercita la motricidad fina, además de dar a los niños la oportunidad de trabajar en equipo. En definitiva, es una buena forma de pasar un rato con nuestros hijos.

Ingredientes

Para hacer pan blanco:

• 1 kg de harina

• 500 ml de agua tibia

• Un dado de levadura fresca (40 g)

• Una cucharadita de sal

Paso a paso

1. Disolvemos la levadura en el agua removiendo con una cuchara.

2. Ponemos la harina en un bol, añadimos la sal y a continuación el agua, poco a poco.

3. Mezclamos los ingredientes muy bien, con una cuchara o con las manos, hasta lograr una masa firme.

4. Espolvoreamos un poco de harina en la encimera donde vayamos a trabajar; también hay que echarse un poco en las manos para que la masa no se nos quede pegada.

5. Ponemos la masa en la superficie de trabajo y la amasamos durante 10 ó 15 minutos, hasta que quede elástica. Lo mejor es dividir la mezcla en tantos trozos como niños haya para que todos puedan amasar a gusto.

6. Dejamos la masa en un cuenco, tapamos éste con un paño, y esperamos hasta que doble su tamaño, lo que ocurrirá transcurridas entre una y dos horas. Para que la masa fermente, debe reposar en un lugar cálido (por ejemplo, una zona de la casa en la que dé el sol), protegida de corrientes de aire y cambios de temperatura repentinos.

7. Pasado el tiempo establecido, volvemos a poner la masa sobre la superficie de trabajo, previamente espolvoreada con harina, y la amasamos otra vez durante un rato. De nuevo conviene repartir la masa a partes iguales entre los pequeños.

8. Damos forma a los panes. Esta parte es, junto con amasar, la más divertida de la actividad. Podemos elaborar entre todos uno o dos panes grandes, o bien hacer cada niño uno distinto, con la forma que más les guste.

9. Colocamos el pan (o los panes) en una bandeja para el horno. Para que no se pegue, hay que embadurnarla de aceite o forrarla con papel vegetal (lo mismo hay que hacer si se usa un molde). Tapamos la bandeja con un trapo y dejamos reposar la masa durante 30 a 40 minutos.

10. Precalentamos el horno a 200 grados. Ponemos la bandeja a una altura intermedia y horneamos el pan durante una hora si es una hogaza grande y unos 30 minutos si se trata de panecillos.

Consejos

Como la receta se elabora en dos fases porque hay que esperar a que la masa fermente, los padres podemos encargarnos de realizar los primeros pasos y pedir a los niños que se incorporen después, cuando esté lista para que la amasen y le den forma.

• Para mezclar los ingredientes al principio (pasos 3 al 5) se puede utilizar una batidora eléctrica o un robot de cocina que tengan varillas de amasar.

• Si en casa no hay un rincón cálido donde la masa pueda fermentar, podemos encender el horno unos minutos, y apagarlo antes de meter la mezcla (aprovechará el calor residual). Para que la masa mantenga la humedad, conviene humedecer el paño que la cubre.

• Los niños pueden aprovechar este intermedio para pensar qué forma darán al pan y limpiar lo que hayan ensuciado.

• Si la masa quedara muy pringosa, se le puede añadir harina; si está seca, necesitará que echemos un poco más de agua.

• Conviene elaborar panes de tamaño similar para que el tiempo de cocción sea el mismo y podamos sacarlos del horno a la vez.

• Durante la cocción, hay que meter en el horno un recipiente con agua para que el pan no se reseque.

Dar forma a los panes:

Los niños pueden dar formas muy diferentes a la masa. Algunas ideas:

• La clásica barra: se forma un rectángulo, se aplana con el rodillo y se enrolla sobre sí mismo por la parte ancha. Con un cuchillo, se hacen unos cortes en la parte superior (será mejor que los hagan los padres). Después de la cocción, queda como una barra “de verdad”, como la que nos venden en la panadería.

• Una trenza: se divide la masa en tres partes, se unen por un extremo y se hace la trenza.

• Una espiral: a partir de una tira larga que se va enrollando como si hiciéramos un caracol.

• Una rosca. Podemos hacer una grande o varias pequeñas, tipo donut.

* Panecillos: se pueden hacer redondos, cuadrados e incluso triangulares.

• En moldes: la masa se puede cocer en cualquier contenedor que sirva para hacer bizcocho. En uno rectangular quedará perfecto para ser cortado en rebanadas (como el pan de molde).

Formas variadas: los niños pueden moldear el pan a su gusto; pueden hacer animales, objetos, caras, etc.

Normasenlacocina

Además del aliciente de amasar y moldear, no se necesitan utensilios peligrosos y tampoco hay que poner nada al fuego. • Según la edad, pueden encargarse de casi

todo, con supervisión: preparar los ingredientes, pesarlos, mezclarlos, remover…

• Conviene revisar juntos si tenemos todo lo necesario antes de empezar.

• Los más pequeños también pueden participar. Ya con apenas dos años pueden amasar, algo parecido a como hacen con la plastilina en la guardería o con el barro en la playa.

• Antes de empezar, hay que pedirles que se laven las manos con agua y jabón, y se cepillen las uñas. Es conveniente que se pongan un delantal o una camiseta vieja (pero limpia).

• Busquemos una superficie de trabajo grande, estable y a la altura de los niños, para que puedan trabajar a gusto.

• Después de cocinar, toca limpiar y recoger. Podemos aprovechar que el pan está en el horno para hacerlo juntos.

• Cuidado con el horno. No permitamos que lo toquen. Además del riesgo de quemaduras, no es conveniente abrirlo durante la cocción porque el pan puede quedar apelmazado.

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