Lo habitual es que los pequeños traigan a casa periódicamente los trabajos realizados en el aula durante los últimos meses. Junto a la carpeta de fichas y dibujos, los padres reciben del centro un informe de evaluación. “¿Pero no son demasiado pequeños para traer notas?”, se preguntan.
Y es cierto, son demasiado pequeños. A diferencia de lo que pasa en otras etapas, en Educación Infantil no se hacen exámenes, ni existen los aprobados ni los suspensos. Las calificaciones tal como las conocemos (sobresaliente, notable, etc.) aparecen más adelante, en Primaria.